Una manifestación de Xega, en Gijón, en 2010
El tiempo medio para realizar una intervención de reasignación genital se sitúa en 18 meses
Entre un año y un año y medio. Ese es el tiempo que, por término medio, deben esperar los transexuales asturianos para someterse a una intervención de reasignación genital desde que son incorporados a la lista de espera del hospital Carlos Haya, en Málaga.
La operación se realiza gracias al concierto que este centro sanitario andaluz tiene suscrito con la Unidad de Tratamiento de Identidad de Género del Principado de Asturias (UTIGPA), con sede en Avilés, que realiza todas las terapias que precisan los transexuales salvo el tratamiento quirúrgico y a la que están adscritas actualmente 62 personas en Asturias.
La unidad asturiana está integrada por un equipo multidisciplinar, formado por un endocrino, un psicólogo y un psiquiatra, que se han formado en el mismo hospital andaluz donde se practican las intervenciones quirúrgicas y que son los que siguen la evolución de los usuarios de forma permanente.
De los 62 transexuales que están actualmente en la unidad, casi media docena han tenido ya su primera cita con los especialistas del Carlos Haya, hospital al que son derivados cuando ya han completado el proceso previo y los facultativos asturianos consideran que ya están preparados, tanto física como mentalmente, para entrar en la mesa de operaciones.
Una vez que los transexuales asturianos son derivados a Málaga, el equipo andaluz les somete a una primera evaluación y, si estima que no hay ningún obstáculo, les incluye en la lista de espera para la intervención. Transexuales procedentes de toda España están pendientes de esa lista.
Mané Fernández Noriega, coordinador de Xente Gai Astur (Xega), asegura que el tiempo que transcurre desde que el transexual es examinado por primera vez por el equipo quirúrgico del Carlos Haya hasta que finalmente es operado entra dentro de los plazos razonables. “Cada persona es un mundo. Cuando llegan a la primera cita del Carlos Haya no parten de cero, porque cuentan con todos los informes de los médicos que les han remitido”, explica.
El protocolo El proceso es largo porque se sigue un protocolo de actuación. “Los hombres y mujeres transexuales tienen que pasar primero por un periodo de hormonación. Los profesionales son parte fundamental del proceso para acompañar a esa persona en el tránsito hacia su nueva condición sexual”, comenta Mané Fernández.
El hombre transexual busca en el 90 por ciento de los casos una mastectomía, porque la apariencia física es muy importante. Para un transexual masculino tener un pecho prominente es un trauma que no es fácil de superar. “Los controles médicos de la unidad de Avilés son continuos. Los médicos hacen un seguimiento permanente y la vinculación que tienen los afectados con la unidad es de por vida”, ratifica el coordinador de Xega.
Los transexuales libran a diario una batalla contra la estigmatización. No sólo a la que les somete la sociedad por su condición sexual, sino también a la que les aboca la Organización Mundial de la Salud (OMS) por incluirles en su catálogo de enfermedades mentales.
«No somos enfermos» Organizaciones como Xega no quieren que esta sea una asignatura pendiente y, en breve, iniciarán una campaña para que la reasignación sexual y la transexualidad deje de ser vista como una patología. “En 2012 se revisará la catalogación de la disforia de género y queremos aprovechar esa ocasión para sensibilizar a la población de que los transexuales no están mal psicológicamente por su condición sexual”, reivindica Mané Fernández.
Los colectivos que luchan por sus derechos se resisten a aceptar las etiquetas que la sociedad les ha colocado. “Estas operaciones se denominan de reasignación genital porque adaptan tu cuerpo a tu cabeza y no son un simple cambio de sexo como se las conoce de forma coloquial por la sociedad”, matiza Mané Fernández, el primer transexual que se sometió a una intervención quirúrgica de estas características en el hospital Carlos Haya de Málaga.
“Yo respeto las decisiones personales de todo el mundo. Tanto si un transexual quiere someterse a una intervención quirúrgica de reasignación genital como si no quiere. Si sienten que se vulneran sus derechos, estoy de acuerdo en que los defiendan. A mí me parece que los plazos que se siguen son razonables porque la lista de espera no empieza en la unidad de Avilés, sino en el momento en que los médicos del Carlos Haya te incluyen en su lista de espera, tras la primera cita con el equipo”.
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