Paloma Cassandra Nascimento salió ayer del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria algo aturdida, pero siempre arropada por el colectivo vasco de transexuales. El juicio por faltas celebrado a raíz de la denuncia por insultos que ella presentó ante la Ertzaintza en abril acababa de quedar visto para sentencia.
Fue una vista oral corta, ya que la acusada, M.S.F., no se presentó. Con su inasistencia, Cassandra también supo de boca de la jueza que quedaba absuelta de la denuncia que, a su vez, M.S.F. había interpuesto contra ella por agresión.
En el juicio Cassandra contó cómo al entrar en una tienda del barrio de Zaramaga fue objeto de insultos homofóbicos por parte de otra clienta. «Cuando yo esperaba sentada mi turno, ella comenzó a hablar en voz muy alta y a decir que no era una mujer, que tenía un rabo entre las piernas y que era un maricón». También aseguró que permaneció sin hablar. Una vez fuera, según el testimonio de Cassandra, prosiguieron los insultos. «Hasta que no aguanté más y llamé a la Policía», agregó.
Como testigo de la denunciante, acudió una dependienta de la tienda, quien corroboró la actitud pacífica y silenciosa de Cassandra frente a las provocaciones e insultos de M.S.F. Escuchados ambos testimonios, la jueza preguntó a Cassandra si mantenía la denuncia y si quería que la pena hacia la denunciada fuera leve, media o alta. «Sólo quiero que pida perdón», contestó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario