La mayoría de estos puntos se localizan al aire libre pero también es habitual que la práctica se realice en baños públicos como los de la Estació d’Autobusos de Tarragona.
Miércoles 15 de diciembre la temperatura media del día en Tarragona es de 5,5 grados. Llegamos a la Platja Savinosa donde, a primera vista, no se ve ni un alma. Pero a medida que nos acercamos al bosque que hay en uno de los extremos de la playa vemos como van asomando cabezas entre los arbustos. En sólo media hora contabilizamos quince personas distintas. Son todo varones de diferentes edades que presumiblemente se encuentran practicando cruising. Una práctica cada vez más extendida, también en Tarragona.
La red se convierte en un lugar ideal para situar los distintos puntos de cruising que hay en la provincia –en las webs se contabilizan 18 en exteriores, además de los baños públicos de algunos equipamientos y también centros comerciales–. Los blogs califican Tarragona como la tercera ciudad catalana en encuentros de cruising, por detrás de Barcelona y Sitges.
Citas a través de la red
Internet también sirve para establecer citas previas. En uno de los numerosos foros dedicados a esta temática, Anónimo dijo, el pasado 27 de noviembre, «Pasaré por el Pont del Diable(AP-7) mañana a las 10 de la mañana». En el mismo foro, el 11 de diciembre, otro Anónimo escribía: «Hola a todos. Me voy al cruising de los bosques de Salou. Hoy a las 21.00 horas estaré allí. ¿Alguien se apunta? No más de 35 años Tengo 26 años, versátil.»
Y aunque la práctica del cruising no está prohibida sí que genera ciertas fricciones entre sus practicantes y los vecinos. Esta misma semana una vecina de la zona de La Savinosa se ponía en contacto con el Diari para denunciar que el martes por la mañana había salido a pasear con su marido por los acantilados y que fueron «abucheados por luna decena de hombres que había entre los arbustos». Esta mujer, quien prefiere no decir su nombre, cuenta que «a mí me da igual lo que hagan o dejen de hacer, pero es un sitio público, por donde pueden pasar niños». Y critica especialmente «lo sucio que lo dejan todo. El suelo está lleno de preservativos y pañuelos de papel».
Cámaras en Llevant
«No es normal que todo esto ocurra a plena luz del día», señala un vecin. «Si la zona boscosa se limipiara todo esto se acabaría», indica otra vecina. «El que quiera mantener relaciones sexuales que lo haga en su casa, o en un hotel, pero no en la calle», comenta otro.
La polémica, vigente desde hace años, ha tenido esta semana un último episodio cuando los vecinos de Llevant pidieron al Ayuntamiento de Tarragona la instalación de cámaras de videovigilancia en las entradas de la Platja dels Capellans «para evitar este tipo de encuentros». El concejal de Seguretat Ciutadana, Carles Castillo, explicó que, a pesar de no ser partidarios de llenar la ciudad de cámaras, estudiarán esta opción a causa de las reiteradas quejas de los vecinos de la zona.
Por su parte, el presidente del colectivo H2O de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales del Camp de Tarragona, Robert Bonet, asegura que: «el cruising en el colectivo homosexual es una práctica muy habitual. De momento no está prohibido». En cuanto a una posible solución Bonet apunta: «Una buena ordenanza cívica que regule el tema ayudaría. Si están dispuestos a dialogar, desde el colectivo también podríamos hacer una campaña informativa».
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