viernes, 12 de noviembre de 2010

No a los matrimonios homosexuales, no a que adopten niños




ARTÍCULOS DE OPINIÓN

Cabos sueltos

“Un niño necesita un padre y una madre”, sostiene Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP catalán. Este argumento, aparentemente sólido, en la práctica es a veces más falso que un duro sevillano. Claro que para un niño o una niña –o varios niños y varias niñas- es muy conveniente tener padre y madre. Y si, además, tienen la suerte de contar con los dos abuelos y las dos abuelas, mejor que mejor. Puede ocurrir que además tengan tíos y tías, y primos y primas en primer y hasta en segundo grado, con los que se vean a menudo, jueguen y se diviertan.

Pero en la realidad cotidiana nos encontramos con que hay muchísimos niños y niñas que no tienen padre por muy diversas razones. O no tienen madre por parecidas o distintas circunstancias. O apenas ven a su padre o a su madre. O su padre o su madre han cambiado de pareja. O su padre murió. O murió su madre. En otros casos –como es el de Sánchez-Camacho- el niño no tendrá nunca padre, en el sentido tradicional de la palabra, porque es madre soltera y su hijo llegó al mundo mediante la inseminación artificial.

En este punto

Nos apresuramos a precisar, en todo caso, que esta situación pertenece a su vida personal, revelada públicamente por usted y que no sólo la respetamos, sino que la admiramos en este punto por su coraje. Asumir ser madre soltera sigue siendo incómodo todavía para determinados sectores retrógrados de la sociedad española. Nos llena de confusión, sin embargo, el que usted, Sra. Sánchez-Camacho, diga que un niño necesita un padre y una madre.

Dos cartas a la vez

Nos parece que usted juega con dos cartas debajo de la manga al mismo tiempo y eso se llama en política cinismo o hipocresía. Mire, Sra. Sánchez-Camacho, todos conocemos su tendencia más que acusada a introducirse en el territorio de la xenofobia, -en la campaña electoral catalana usted ha vuelto a la demagogia, acompañada en ocasiones por CiU-, aunque a la xenofobia nos la vista con frecuencia de seda para disimular su discurso de fondo sobre la inmigración.

Alemania

Pues bien, ¿cuántos padres han llegado de su país de origen y han tenido que decir adiós por mucho tiempo a sus hijos y a cuántas madres les pasa lo mismo? Esto no les ocurre sólo a los inmigrantes actuales. Ya les aconteció al millón de españoles, más o menos, que emigraron en pleno franquismo a Alemania y a otros países europeos desarrollados para sobrevivir ellos y sus familias. Los niños se quedaban en España, cuidados por los abuelos, esperando todos que les llegara dinero para ir tirando como fuere.

Muertos de hambre

Los hijos e hijas de aquellos emigrantes, algunos y algunas adolescentes, no tenían de hecho padre o, según y cómo, tampoco madre. Y no hablemos en 2010 de los niños y niñas de África cuyos padres y madres han muerto. Ellos también, desnutridos, están condenados a morir de hambre. Todo eso, con mayor o menor crueldad, sucede en el llamado tercer mundo. Y usted lo sabe o lo debería saber.

No sólo el matrimono gay

Sra. Sánchez-Camacho, usted ha manipulado el hecho de que los niños y niñas necesitan padre y madre para negar la adopción a las parejas homosexuales. Permítame que le diga, por otra parte, que con esta prohibición se derrumba lo que el PP viene repitiendo constantemente: “Lo único que no estamos dispuestos a admitir es que a la unión entre homosexuales se le llame matrimonio”. Ahora tampoco admiten que gays y lesbianas, casados/as de acuerdo con la legislación vigente -impulsada por José Luis Rodríguez Zapatero- puedan adoptar un niño, una niña o más. ¿Quién es usted para impedir que los niños tengan un hogar –habitado por una pareja de homosexuales- que ejerzan de padre y de madre, respectivamente?

Liberales de boquilla

Usted presume de ser liberal, como la mayoría de sus colegas populares. Pero a la hora de la verdad no son liberales de boquilla quienes fortalecen las libertades civiles. Son gracias a estas libertades que pueden ser felices gays, lesbianas, heterosexuales, homosexuales, niños, niñas, padres, madres, abuelos, abuelas, primos, primas, tíos, tías, y sus amigos y amigas, sean del país que sean. Sean de la religión que sean, sean agnósticos o ateos, sean inmigrantes negros, blancos rumanos, gitanos, del Magreb…O de donde Cristo dio las tres voces.

Enric Sopena es director de El Plural

No hay comentarios: