El cadáver fue hallado en un piso del número 5 de la calle Alfareros.
Un tribunal popular juzgará al presunto homicida de la transexual
La Audiencia ordena al Juzgado de Instrucción número 3 que rectifique su decisión por cuanto no está claro si el móvil inicial de Ignacio V.O. fue robar o matar a Linsy Acosta
Luis López AraicoP. C. P. / Burgos
Un tribunal popular, y no magistrados profesionales, tendrá que juzgar a Ignacio V.O. como presunto autor del crimen de la transexual colombiana Linsy Acosta, de 40 años, cuyo cadáver fue hallado con 2 heridas de arma blanca en su piso de la calle Alfareros el 8 de octubre de 2009. La Audiencia Provincial de Burgos ha estimado el recurso de la Fiscalía contra el auto del Juzgado de Instrucción número 3 de Burgos, que ordenaba incoar el procedimiento de sumario y no el que establece la Ley del Jurado.
La instructora entendió que el objetivo buscado por el sospechosos era el de robar a la víctima, puesto que no la conocía, y que para conseguirlo acabó con su vida. Por contra, el auto de la Audiencia pone en duda esta primera hipótesis y aboga por la segunda, primero la mató y después decidió aprovechar para apropiarse de sus bienes. «Es más difícil sostener la primera posición, pues hasta el día de los hechos ningún conocimiento queda acreditado que tuviese el imputado de la víctima» ni de sus bienes, por naturaleza y valor suficiente para justificar el empleo de un medio tan grave como la muerte de la propietaria de los mismos. De hecho, el botín fue escaso.
El auto refleja el acuerdo adoptado por el Tribunal Supremo en enero de este mismo año, por el que se establece que cuando existan «dudas acerca de cuál es el objetivo principal perseguido por el autor de los hechos objeto de las actuaciones y uno de ellos, al menos, constituya delito de los atribuidos al Tribunal del Jurado, la competencia se determinará de acuerdo con la que corresponda al delito más gravemente penado de entre los imputados», en el presente caso el de homicidio o asesinato. En virtud de esta doctrina, se ordenó repetir el juicio contra el asesino y violador de 2 policías en prácticas en Barcelona.
Llegó en taxi
La investigación policial y judicial ha permitido esbozar con bastante exactitud cómo y cuándo ocurrió la muerte de Linsy Acosta Carmona, cuya autoría no ha reconocido Ignacio V.O., pamplonés de 37 años. Pese a ello, permanece en prisión provisional como presunto autor de homicidio y robo con intimidación, además de 2 atracos por los que fue detenido previamente.
Según esa reconstrucción, el crimen tuvo lugar horas después de que el sospechoso abandonase la prisión cántabra del Dueso, rumbo al Centro Reto de Villayerno Morquillas (Burgos). Llegó en un taxi en busca de su compañera sentimental, que se había marchado voluntariamente 2 días antes, por lo que retornó a Burgos ciudad.
Siempre según la investigación, en la capital conoció casualmente a Linsy, «una persona muy promiscua y que acogía en su domicilio a compatriotas y otras personas que se encontraban en apuros o que no tenían donde alojarse» y que llegó «incluso a intercambiar las viviendas con transexuales de otras ciudades», subraya un informe policial.
Ya en su casa, la quitó presuntamente la vida con un arma blanca para después registrar todo el piso meticulosamente y guardar todo aquello que consideró de valor en una maleta. Con ella salió hacia Pamplona a la mañana siguiente en busca de su novia, para después contactar con A.S.L., de 47 años, y su compañera de 40, A.I.G.M., a la que vendieron algunos objetos de la fallecida. Posteriormente entregó el equipaje a otra mujer antes de ser detenido -4 de octubre- por la presunta comisión de otros 2 robos.
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