lunes, 16 de agosto de 2010

Castellón: un hombre demanda a su vecina por difundir injurias homófobas

La víctima espera que la justicia le dé la razón el próximo miércoles en el juicio que tiene pendien



Castellón: un hombre demanda a su vecina por difundir injurias homófobas

Ocurrió en l´Alcora. El denunciante alega que los rumores difundidos por ella lo perjudicaron y que perdió el trabajo. “No había maricones en l’Alcora que tenía que llegar él”, habría dicho la mujer.


Un hombre de 51 años denunció a una vecina de la localidad de l´Alcora por difundir en el pueblo el rumor de que él es homosexual (condición que él no niega, pues se asume como “bisexual”), una situación que lo perjudicó incluso a nivel laboral.

Según publica El Periódico Mediterráneo, la mujer –dependienta en una tienda de comestibles que el afectado frecuentaba- le llamó “maricón” en repetidas ocasiones y lo hacía en voz alta para que todos la oyeran.

De acuerdo al relato del hombre, los problemas comenzaron cuando se trasladó de Castellón a l’Alcora para trabajar de taxista y alquiló un piso en la población. La víctima compraba durante los primeros días en una tienda de comestibles situada en la misma calle de su vivienda, donde la nuera de la dueña, que trabaja de dependienta, empezó a preguntarle por su trabajo, cuánto cobraba, cuánto pagaba de alquiler y por qué le habían contratado a él y no a un vecino de l’Alcora. Incómodo ante las preguntas, dejó de comprar en el establecimiento, pero cuando pasaba por delante de la puerta notaba como le señalaba y afirmaba “ese es maricón”.

“No había maricones en l´Alcora”

Entre los insultos homófobos que escuchó por la calle destaca “a este maricón lo único que le falta es un novio” o “no había maricones en l’Alcora que tenía que llegar él”. Los problemas también llegaron al trabajo cuando los clientes le dijeron al dueño del taxi que no lo querían como conductor e inventaron que estaba borracho cuando en realidad se encontraba junto a su jefe.

El dueño del taxi le despidió el 20 de julio, pero como tenía contrato de cinco años decidió quedarse en el pueblo hasta el pasado martes 10, cuando denunció a la dependienta del comercio por injurias porque “me ha arruinado la vida”. La víctima piensa que todos estos insultos son debido al alto paro que registra l’Alcora y que los vecinos “no quieren que alguien de fuera llegue a trabajar al pueblo”.

El Juzgado Número 1 de Castellón ha admitido a trámite la denuncia y se espera la celebración de un juicio rápido para el próximo miércoles.

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