sábado, 6 de marzo de 2010

La República checa abre las puertas para que los homosexuales puedan adoptar niños


La República checa abre las puertas para que los homosexuales puedan adoptar niños

El país centroeuropeo considera inaceptable la discriminación por motivo de orientación sexual y modificará por ello la ley de parejas de hecho.

Paco Soto Colpisa
La República de Chequia ha vuelto a demostrar que es el país más liberal de la antigua Europa comunista al abrir la puerta a la adopción de niños por parejas homosexuales. El ministro de Derechos Humanos y Minorías, Michael Kocáb, ha anunciado que su departamento prepara un proyecto de enmienda a la ley de parejas de hecho, que permitirá que uno de los miembros de un matrimonio de gais o de lesbianas pueda adoptar un menor de edad, como ya existe en países europeos como España, Suecia, Holanda y el Reino Unido.
El titular de Derechos Humanos y Minorías manifestó que los ciudadanos checos «deben tener los mismos derechos y no deben sufrir discriminación por su orientación sexual». Hace casi seis años entró en vigor la ley sobre la unión legal de parejas homosexuales después de un largo periodo de luchas sociales e institucionales e iniciativas legislativas. Según los colectivos de gais y lesbianas checos, la situación legal y social de los homosexuales ha mejorado sustancialmente, pero «aún queda un largo camino por recorrer», advierte Daniel B., un activista de Praga.
Un estudio de la UE apunta que Chequia es el único país poscomunista europeo donde una mayoría de la población acepta el matrimonio homosexual. 52% de los ciudadanos está a favor. En Rumanía, sólo aprueba esta opción un 11% de la población; en Letonia, un 12%; en Bulgaria, un 15%; en Polonia, un 17%; en Hungría, un 18%, y en Eslovaquia, un 19%. Sin embargo, el 63% de los checos están en contra de la adopción de niños por parejas de gays o de lesbianas.
Peor situación
La situación legal y social de los gays y lesbianas en Europa central y oriental es sustancialmente peor que en Europa occidental, pero varía de un país a otro, y en los últimos años se han dado algunos pasos importantes en contra de la discriminación.
En Rumanía, el artículo 200 del Código Penal, que consideraba como delito las relaciones homosexuales entre adultos, fue abolido en octubre de 2001. Aún así, una encuesta llevada a cabo por Gallup Rumanía en el 2008 señalaba que el 74% de la población considera negativo tener un amigo homosexual y el 57% no quiere un colega gay o lesbiana en su lugar de trabajo.
En Hungría, el Parlamento adoptó en el 2007 una ley a favor del matrimonio homosexual que fue aprobada con enmiendas hace casi un año. Pero el rechazo a los homosexuales es una realidad en la sociedad húngara, así como la violencia de la extrema derecha. Los homosexuales siguen sufriendo discriminación en Eslovaquia, Bulgaria y Eslovenia. Aunque la homosexualidad no está prohibida, algunos psiquiatras tratan esta opción sexual como una enfermedad.
En Lituania, el Parlamento adoptó a mediados del año pasado una ley de «protección de los menores» que prohíbe explícitamente hacer «publicidad» sobre las relaciones homosexuales, bisexuales y la poligamia. La norma fue criticada por Amnistía Internacional (AI).
El presidente del Consejo de la Liga de Gais Lituanos, Vladimir Simonko, aseguró que esta disposición legal «institucionaliza la homofobia» en este país.


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