El "matrimonio homosexual" divide a la oposición argentina
Uno de los principales partidos opositores de la Argentina, y uno de los que tienen proyecciones más favorables de derrotar al kirchnerismo, el PRO, se encuentra dividido ante la decisión de su principal referente, el jefe de gobierno Mauricio Macri, de no apelar una decisión judicial que autoriza que dos personas del mismo sexo contraigan "matrimonio".
La decisión del jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, de no oponerse a la autorización judicial de un casamiento entre dos personas del mismo sexo en la Capital dividió a su propio bloque en la Cámara de Diputados argentina. Repuestos de un pronunciamiento que los tomó por sorpresa, indica el diario La Nación, en la bancada que encabeza el diputado Federico Pinedo confían en que el proyecto de ley impulsado por diputadas de centroizquierda y por el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi) no llegue a discutirse nuevamente en comisión, y menos en el recinto luego de obtener dictamen. Este proyecto que busca permitir que dos personas del mismo sexo puedan realizar el trámite matrimonial, parecía condenado al fracaso en el Congreso argentino hasta que dos hombres llevaron a la Justicia su voluntad de poder hacer el trámite civil, reservado para uniones entre hombres y mujeres, y la juez Gabriela Seijas aceptara su pedido.
"Mauricio tomó esa postura y nos parece bien. Pero hay ciertos límites que queremos sostener", afirmó a La Nación un miembro del bloque macrista que acepta, con reparos, la postura de "apuesta por una libertad respetuosa" que Macri dejó clara la semana última en relación al primer casamiento homosexual de América latina, que se llevará a cabo el 1° del mes próximo en Buenos Aires.
Hay en el bloque dos posturas. La mayoritaria se inclinaría por impulsar un dictamen en base a un proyecto de Julián Obiglio (Pro-Capital), que acepta la unión civil, pero que se opone a equiparar los matrimonios del mismo sexo con los de sexo opuesto. El segundo grupo, minoritario, se opone al proyecto. "En el bloque no se debatió el tema, pero supongo que regirá la libertad de conciencia. Acuerdo con la postura de Macri sobre la libertad de opción, pero debemos ser cuidadosos y no transformar este debate en un Boca-River", afirmó la diputada Paula Bertol (Pro-Capital).
"Todavía no nos reunimos ni tomamos una posición común", coincidió con Obiglio, aunque recordó que la medida impulsada por Macri provoca escozor en aquellos diputados de profunda fe católica. Entre ellos está, indica La Nación, la diputada electa y ex seguneda de Macri Gabriela Michetti, que el fin de semana regresará a Buenos Aires luego de someterse a un tratamiento por dolores en su columna. Michetti mantiene una estrecha relación con el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, quien desde un documento firmado con los obispos auxiliares de Buenos Aires cuestionó al jefe de gobierno y consideró que su decisión "constituye un signo de grave ligereza", críticas a las que se sumó la Comisión Nacional de Justicia y Paz.
"Mauricio tomó esa postura y nos parece bien. Pero hay ciertos límites que queremos sostener", afirmó a La Nación un miembro del bloque macrista que acepta, con reparos, la postura de "apuesta por una libertad respetuosa" que Macri dejó clara la semana última en relación al primer casamiento homosexual de América latina, que se llevará a cabo el 1° del mes próximo en Buenos Aires.
Hay en el bloque dos posturas. La mayoritaria se inclinaría por impulsar un dictamen en base a un proyecto de Julián Obiglio (Pro-Capital), que acepta la unión civil, pero que se opone a equiparar los matrimonios del mismo sexo con los de sexo opuesto. El segundo grupo, minoritario, se opone al proyecto. "En el bloque no se debatió el tema, pero supongo que regirá la libertad de conciencia. Acuerdo con la postura de Macri sobre la libertad de opción, pero debemos ser cuidadosos y no transformar este debate en un Boca-River", afirmó la diputada Paula Bertol (Pro-Capital).
"Todavía no nos reunimos ni tomamos una posición común", coincidió con Obiglio, aunque recordó que la medida impulsada por Macri provoca escozor en aquellos diputados de profunda fe católica. Entre ellos está, indica La Nación, la diputada electa y ex seguneda de Macri Gabriela Michetti, que el fin de semana regresará a Buenos Aires luego de someterse a un tratamiento por dolores en su columna. Michetti mantiene una estrecha relación con el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, quien desde un documento firmado con los obispos auxiliares de Buenos Aires cuestionó al jefe de gobierno y consideró que su decisión "constituye un signo de grave ligereza", críticas a las que se sumó la Comisión Nacional de Justicia y Paz.
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