Homosexuales Costa Rica denuncian caza de brujas de la Iglesia Católica contra ellos
El colectivo homosexual de Costa Rica calificó hoy de "caza de brujas" la postura de la Iglesia costarricense, que rechaza la unión de personas del mismo sexo en el país y promueve un referéndum al respecto.
.Europa Press-. El portavoz del Movimiento Diversidad, que aglutina homosexuales y transexuales, Abelardo Araya, aseguró hoy a Efe que la oposición de la Iglesia católica a las uniones homosexuales es una señal de que "han vuelto otra vez los tiempos de la cacería de brujas y de plena vigencia de la Santa Inquisición".
La reacción de Araya se produce un día después de que los sacerdotes animaran a los feligreses para que a la salida de la misa firmaran una petición a favor de la realización de un referéndum para aprobar o no las uniones homosexuales.
El arzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes, foto, afirmó, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Prensa Libre, que ese referéndum es una iniciativa ciudadana que busca "defender la vida, los principios de la Iglesia y el matrimonio".
Agregó que el referéndum se llevaría a cabo en caso de que los diputados de la Asamblea Legislativa "no tengan conciencia de lo pernicioso y perverso que significa esto (las uniones homosexuales) para la sociedad".
Para Araya, la Iglesia "debería abstenerse sobre la política del Gobierno" y agregó que el debate sobre las uniones homosexuales "tiene que ser un tirón de orejas para que el Estado sea aconfesional".
"Además esta postura viene marcada por el Vaticano y no por la iglesia costarricense, y no puede ser que un Estado extranjero defina lo que ocurra en el país", remachó Araya.
El portavoz de la asociación, que calificó a la Iglesia de "intransigente", afirmó que el colectivo católico "manipula la información, pues en Costa Rica no se está hablando de los matrimonios homosexuales, sino de la formalización de la unión entre personas del mismo sexo".
En este sentido, indicó que este debate también ha tenido lugar en otros países, donde se han tomado posturas aún más radicales, como por ejemplo en España, donde desde 2005 son permitidos los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Asimismo, Araya se mostró contrario a que se vote en un referéndum el proyecto de ley que se presentó en 2007 en el Parlamento que permitiría la unión civil entre personas de un mismo sexo, pues, para él, "atenta contra los derechos humanos".
Actualmente, este proyecto de ley se encuentra estancado en el Parlamento.
Desde el 29 de enero de 2008 el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) autorizó a un grupo de ciudadanos a recolectar firmas para convocar a un referendo sobre dicho proyecto de ley.
Este colectivo ciudadano recoge firmas para intentar conseguir el cinco por ciento del padrón electoral, es decir, más de 200.000 personas, necesario para convocar la consulta popular.
En el caso de Costa Rica no se busca legalizar los matrimonios homosexuales, sino que se plantea la creación de sociedades de convivencia que permitirían a las parejas del mismo sexo heredar el acceso al seguro social y a las pensiones.
La reacción de Araya se produce un día después de que los sacerdotes animaran a los feligreses para que a la salida de la misa firmaran una petición a favor de la realización de un referéndum para aprobar o no las uniones homosexuales.
El arzobispo de San José, monseñor Hugo Barrantes, foto, afirmó, en declaraciones publicadas hoy por el diario La Prensa Libre, que ese referéndum es una iniciativa ciudadana que busca "defender la vida, los principios de la Iglesia y el matrimonio".
Agregó que el referéndum se llevaría a cabo en caso de que los diputados de la Asamblea Legislativa "no tengan conciencia de lo pernicioso y perverso que significa esto (las uniones homosexuales) para la sociedad".
Para Araya, la Iglesia "debería abstenerse sobre la política del Gobierno" y agregó que el debate sobre las uniones homosexuales "tiene que ser un tirón de orejas para que el Estado sea aconfesional".
"Además esta postura viene marcada por el Vaticano y no por la iglesia costarricense, y no puede ser que un Estado extranjero defina lo que ocurra en el país", remachó Araya.
El portavoz de la asociación, que calificó a la Iglesia de "intransigente", afirmó que el colectivo católico "manipula la información, pues en Costa Rica no se está hablando de los matrimonios homosexuales, sino de la formalización de la unión entre personas del mismo sexo".
En este sentido, indicó que este debate también ha tenido lugar en otros países, donde se han tomado posturas aún más radicales, como por ejemplo en España, donde desde 2005 son permitidos los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Asimismo, Araya se mostró contrario a que se vote en un referéndum el proyecto de ley que se presentó en 2007 en el Parlamento que permitiría la unión civil entre personas de un mismo sexo, pues, para él, "atenta contra los derechos humanos".
Actualmente, este proyecto de ley se encuentra estancado en el Parlamento.
Desde el 29 de enero de 2008 el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) autorizó a un grupo de ciudadanos a recolectar firmas para convocar a un referendo sobre dicho proyecto de ley.
Este colectivo ciudadano recoge firmas para intentar conseguir el cinco por ciento del padrón electoral, es decir, más de 200.000 personas, necesario para convocar la consulta popular.
En el caso de Costa Rica no se busca legalizar los matrimonios homosexuales, sino que se plantea la creación de sociedades de convivencia que permitirían a las parejas del mismo sexo heredar el acceso al seguro social y a las pensiones.
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