jueves, 5 de marzo de 2009

La derogación del “Don’t ask, don’t tell”, primer test sobre las políticas LGTB de la era Obama



La derogación del “Don’t ask, don’t tell”, primer test sobre las políticas LGTB de la era Obama

Ellen O. Tauscher, representante demócrata en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, es la promotora de una iniciativa para derogar la legislación conocida popularmente como “Don’t ask, don’t tell”, que prohibe a gays y lesbianas hacer visible su homosexualidad a cambio de permitírseles servir en el Ejército, y sustituirla por otra que definitivamente impida la discriminación de los y las militares homosexuales. La medida, que contaría ya con el apoyo explícito de 144 representantes (sobre un total de 435), entre los que habría demócratas y republicanos, parece que va a convertirse en el primer “test” sobre las verdaderas intenciones del presidente Obama respecto a las políticas LGTB.
Y es que, como no podía ser menos, no faltan ya analistas políticos cercanos a posiciones demócratas que opinan que Obama no debería implicarse a fondo en esta iniciativa, que podría actuar como aglutinante de los sectores más conservadores en un momento en que consideran que el “capital político de Obama”, todavía intacto, debería centrarse en otros problemas, como la crisis económica. En el recuerdo de muchos está lo sucedido con Bill Clinton, que en su primer mandato presidencial se empeñó en acabar con la prohibición de servir en el Ejército a gays y lesbianas, pero se encontró con una firme oposición no sólo de republicanos, sino también de una parte significativa de los demócratas, lo que le forzó a aceptar una solución de compromiso que consistía en que no preguntar a los aspirantes a ingresar en el Ejército sobre su orientación sexual a cambio de mantenerla oculta.
En cualquier caso, han pasado 15 años y la coyuntura ha cambiado. Ya existen voces dentro del propio Ejército que consideran que la política de ”Don’t ask, don’t tell” es contraproducente, al haber sido utilizada durante estos años para expulsar y/o mantener lejos del Ejército a profesionales altamente cualificados que no tienen dificultad para visibilizar su orientación sexual en otros ámbitos profesionales (el caso de los traductores de árabe ha sido invocado con frecuencia). También actúa como un factor de rechazo de la opción militar entre muchos ciudadanos estadounidenses en un momento en que el Ejército se está viendo incluso forzado a desarrollar campañas de captación entre población inmigrante. Es el caso del General John Shalikashvili, Presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor del Ejército durante la era Clinton, o del propio Colin Powell, ex-secretario de Estado con George W. Bush.
Precisamente, el sucesor actual de Shalikashvili, el almirante Mike Mullen, manifestó recientemente, tras reunirse con Obama, que “está bastante claro que el quiere abordar el tema. Estoy convencido de que en algún momento se producirá”. También el pasado mes de noviembre un grupo de generales y almirantes retirados promovieron una declaración conjunta pidiendo el fin del “don’t ask, don’t tell”

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