Fernando Petidier. - PATRICIA RAFAEL
Sin traslado por ser homosexual
Trabajo obliga a una empresa a conceder a un empleado un puesto que le negó por ser gay
PATRICIA RAFAEL - MADRID - 27/01/2009 23:09
"Existió discriminación por orientación sexual". Por ello, la empresa debe trasladar de forma automática al trabajador. Es la conclusión de la Inspección de Trabajo que en un acta de infracción fechada el 2 de enero obliga a El Corte Inglés a conceder el traslado a un trabajador al que se le había denegado por su condición de homosexual. La empresa negó este martes la versión de Trabajo, y aseguró que el traslado no se hizo por falta de vacantes.
La "pesadilla" de Fernando Petidier como él mismo la define comenzó en 2006, cuando solicitó a la empresa para la que ha trabajado más de 20 años un traslado de ciudad. La razón: iba a casarse y quería vivir en Vigo, donde residía su futuro marido.
Cinco meses antes de la boda presentó la solicitud. Al no tener respuesta, Petidier habló con el jefe de personal de la tienda en la que trabajaba como escaparatista. Este le concertó una cita con el responsable de Vigo, según explica el trabajador en la denuncia que presentó CCOO de Madrid.
"Maricones de mierda"
Tras su boda, Petidier se entrevistó con el jefe de administración de los grandes almacenes en Galicia. Este responsable le dijo que su expediente era "formidable" y que, si de él dependira, ya "le daba la bienvenida a Vigo". Pero antes debía ver al jefe de personal.
A los pocos días, se produjo el encuentro entre ambos. Y la entrevista transcurrió con normalidad hasta que el responsable de personal preguntó al trabajador si su mujer era de Vigo. Petidier respondió que sí, aunque matizó que su cónyuge era un hombre. "En ese momento, el rictus le cambió por completo", recordaba ayer el trabajador. A continuación, le aseguró que en ese momento no había vacantes. Las sospechas de Petidier se confirmaron cuando al salir del despacho escuchó que el mismo responsable comentó: "Estos maricones de mierda se creen con el mismo derecho de todos".
El traslado nunca se produjo y Petidier cayó en una depresión. Por este motivo, está de baja desde hace año y medio. Una portavoz de El Corte Inglés aseguró ayer que la empresa ha recurrido el acta de Trabajo e insistió en que no había vacantes para el puesto solicitado por Petidier. Sin embargo, la Inspección deja claro que, desde la solicitud de traslado, ha habido incorporaciones en Vigo en el mismo departamento en que trabajaba el escaparatista.
"Existió discriminación por orientación sexual". Por ello, la empresa debe trasladar de forma automática al trabajador. Es la conclusión de la Inspección de Trabajo que en un acta de infracción fechada el 2 de enero obliga a El Corte Inglés a conceder el traslado a un trabajador al que se le había denegado por su condición de homosexual. La empresa negó este martes la versión de Trabajo, y aseguró que el traslado no se hizo por falta de vacantes.
La "pesadilla" de Fernando Petidier como él mismo la define comenzó en 2006, cuando solicitó a la empresa para la que ha trabajado más de 20 años un traslado de ciudad. La razón: iba a casarse y quería vivir en Vigo, donde residía su futuro marido.
Cinco meses antes de la boda presentó la solicitud. Al no tener respuesta, Petidier habló con el jefe de personal de la tienda en la que trabajaba como escaparatista. Este le concertó una cita con el responsable de Vigo, según explica el trabajador en la denuncia que presentó CCOO de Madrid.
"Maricones de mierda"
Tras su boda, Petidier se entrevistó con el jefe de administración de los grandes almacenes en Galicia. Este responsable le dijo que su expediente era "formidable" y que, si de él dependira, ya "le daba la bienvenida a Vigo". Pero antes debía ver al jefe de personal.
A los pocos días, se produjo el encuentro entre ambos. Y la entrevista transcurrió con normalidad hasta que el responsable de personal preguntó al trabajador si su mujer era de Vigo. Petidier respondió que sí, aunque matizó que su cónyuge era un hombre. "En ese momento, el rictus le cambió por completo", recordaba ayer el trabajador. A continuación, le aseguró que en ese momento no había vacantes. Las sospechas de Petidier se confirmaron cuando al salir del despacho escuchó que el mismo responsable comentó: "Estos maricones de mierda se creen con el mismo derecho de todos".
El traslado nunca se produjo y Petidier cayó en una depresión. Por este motivo, está de baja desde hace año y medio. Una portavoz de El Corte Inglés aseguró ayer que la empresa ha recurrido el acta de Trabajo e insistió en que no había vacantes para el puesto solicitado por Petidier. Sin embargo, la Inspección deja claro que, desde la solicitud de traslado, ha habido incorporaciones en Vigo en el mismo departamento en que trabajaba el escaparatista.
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