XVII Conferencia Internacional contra el Sida en México
Por Universo Gay
Estos días se está celebrando en México la XVII Conferencia Internacional contra el Sida, poniéndose en evidencia la importancia de la lucha contra la homofobia en la lucha global contra el Sida, y con el compromiso del gobierno español de doblar sus aportaciones convirtiéndose en el sexto mayor donante del mundo.
La homofobia está a la orden del día en México, donde cada dos días se comete un asesinato homófobo. Una espeluznante cifra sólo superada por Brasil, y eso si se exluyen los países donde se aplica la pena de muerte a homosexuales, ya que en ese caso el dato global es tan sanguinario que se le tendría que caer la cara de vergüenza a quienes van por la vida diciendo que "ser homosexual está de moda" o que van de víctimas porque según ellos ser homosexual es más ventajoso que ser heterosexual.
Es por esta razón que, en la Conferencia Internacional contra el Sida, se ha insistido en que es importante acabar con la homofobia para poder favorecer la lucha contra el Sida. Tanto es así que Toni Poveda, presidente de la FELGTB, va a solicitar que se exija a los países que reciben dinero para la lucha contra el Sida que se comprometan con los derechos de los homosexuales.
El pasado sábado, víspera de la apertura del Congreso, miles de personas se manifestaron en méxico, convocados por asociaciones de homosexuales y transexuales, para reivindicar la no discriminación a los enfermos del Sida y contra la homofobia.
En la Conferencia están debatiéndose muchos temas, de los cuales ha tenido especial repercusión en medios los reproches de Annie Lenox (cantante escocesa que acude a la conferencia como embajadora de Oxfam), quien critica que los gobiernos no están cumpliendo sus promesas y tienen que ser las ONGs las que hacen el mayor esfuerzo en una lucha que debería partir de los propios estados, así como las declaraciones de la Vicepresidenta primera del gobierno de España, María Teresa de la Vega, en las que anunció que España destinará 10,2 millones de euros a ONUSIDA, el programa de la ONU contra el Sida.
De este dinero, 3 millones irían destinados a la investigación de una vacuna a través de la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida, y 1,5 a la Asociación Internacional para Microbicidas.
Al mismo tiempo, De la Vega ha hecho un toque de atención a las desigualdades que está creando el Sida, ya que aparte de la discriminación que sufren los enfermos, y a pesar de que aunque la enfermedad se sigue extendiendo las muertes van en moderado retroceso, la esperanza de vida para los enfermos en países más desarrollados ha subido entre 14 y 25 años, mientras que en los países más desfavorecidos se ha producido el efecto contrario y la esperanza de vida se ha reducido en torno a 20 años.
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