Contraste
Jordi Petit
Olvidados
02.10.2007
Nadie puede decir si alguno de los hijos de las familias objetoras de la asignatura de Educación para la Ciudadanía no sea gay, lesbiana, bisexual o transexual. Tampoco parece razonable abstenerse de aprender a respetar todas las diferencias, pero así lo han decidido algunos pocos padres de Barcelona y otros lugares. Después vendrán las depresiones de los alumnos que no se adapten a la norma católica. En otro orden de cosas también han sido olvidados los homosexuales y transexuales que bajo el franquismo fueron represaliados. No gozaron de la amnistía ni de los indultos y fueron los últimos en salir de prisión. A diferencia de los ex-presos políticos aún no han recibido ninguna indemnización ni pensión, agravio que no admite más dilaciones. Se trata de gente mayor, la mayoría ya no están y de hecho no sabemos exactamente cuantos miles fueron condenados. En aquellos tiempos muchos emigraron y otros optaron por el suicidio. Quien era descubierto perdía el trabajo y a menudo la familia los rechazaba. Son los mismos que hoy tienen difícil encaje en las residencias. Un problema solucionable garantizando la privacidad.La memoria histórica nos hace más libres.
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