Tras la serie de violentas agresiones en su contra, muchos hombres homosexuales se sienten inseguros en las calles de Ámsterdam. Durante el reciente desfile Gay Pride (orgullo homosexual), en la capital, algunos de ellos fueron víctima de maltratos, y las agresiones se repitieron en La Haya. Sin embargo, todo indica que surge una respuesta, y que, puesto que no están dispuestos a dejarse apalear, los homosexuales siguen cursos de defensa personal.
Inicialmente, los seis homosexuales que asisten al curso de S.W.O.T., en el norte de Ámsterdam, se sienten algo incómodos. Como tarea inicial, el entrenador, Gilbert Themen, experto en la modalidad de arte marcial chino que se conoce como Wing Chung, les encarga ejercitar en parejas, lo que no marcha como él espera. Según uno de los participantes, se trata de técnicas complejas de defensa, y, además, "puesto que el adversario es un amigo, uno tiende a contenerse." No obstante, debido a los numerosos casos de agresión, él se siente motivado para seguir un curso, al igual que otro de los participantes, quien asegura que, de llegarse el caso y hallarse en una situación en la que se ve obligado a luchar, no huirá, no evadirá la confrontación, y espera aprender en el curso cómo hacerlo.Si bien ninguno de estos dos hombres ha sido agredido, es innegable el aumento de la cantidad de denuncias de casos de violencia contra homosexuales. Ellie Lust, presidente del movimiento ´Roze in Blauw´(rosado en azul), de la policía de Ámsterdam-Amstelland, es partidaria de obrar con prudencia al interpretar las cifras. A su juicio, el aumento de las denuncias no equivale sin más al incremento de los casos, ya que, debido a la atención que se le concede en los medios, las víctimas son más propensas a denunciar las agresiones.Sin embargo, la policía capitalina tiene una clara imagen de los agresores, que, por lo general, son jóvenes de entre los 15 y los 25 años, en su mayoría de ascendencia marroquí. Sólo una cuarta parte de los atacantes es autóctono, los restantes son alóctonos.El instructor, Gilbert Themen, un hombre de ascendencia surinamesa y policía de profesión, explica sus motivos para impartir los cursos. Para comenzar, lamenta profundamente las agresiones contra homosexuales. Además, él domina las técnicas y los instrumentos que las víctimas necesitan para defenderse, y está dispuesto a brindárselos. Según su método, el cursista aprende a reconocer tanto sus puntos fuertes como los débiles, y a comprenderse mejor y conocer a su adversario. Por último, se les enseña a utilizar las posibilidades y a manejar situaciones amenazantes. Se trata, entonces, de un proceso en tres etapas: evadir la violencia, evitar la escalada y aprender técnicas de combate.Themen ha escrito un libro en el que expone los principios sobre los que se funda su método, y que, probablemente, son novedosos para muchos. El experto advierte que las técnicas de combate y defensa no sólo son útiles para homosexuales, sino para todos, para toda persona que no sabe cómo defenderse. Por lo general, estas personas asumen que carecen de toda posibilidad al enfrentarse a un individuo agresivo. Pero, el método se concentra en partes del cuerpo, como la cabeza y los testículos, que el agresor no puede entrenar.Por su parte, la policía de la región de Ámsterdam-Amstelland saluda la iniciativa y aprueba que los homosexuales aprendan a defenderse. Al mismo tiempo, Ellie Lust, de la red Roze in Blauw, advierte que si bien la ley permite defenderse al ser atacado, siempre se debe actuar en proporción. En otras palabras, si se recibe un golpe con la mano, no es justificable responder al ataque rompiéndole el cráneo al agresor con un bate de béisbol. Lo importante es defenderse, y buscar una salida adecuada.
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