víctimas. Los jóvenes agredidos, cuatro de ellos menores, ayer, en Gandia.
Un grupo de skins agrede e insulta a cinco jóvenes homosexuales en la playa de Gandia
Es el quinto ataque perpetrado por jóvenes neonazis en un mes en el municipio
Quinto ataque homófobo en poco más de un mes en Gandia. Cinco jóvenes homosexuales fueron víctimas el sábado de patadas, empujones e insultos por parte de un grupo de “estética neonazi” cuando acudían a una celebración gay en la playa del municipio de la Safor. Tres de los asaltados sufrieron heridas leves. La policía busca ahora a los responsables de la agresión.
A. CH./ VALENCIA
Tres jóvenes de estética neonazi atacan a cinco chicos homosexuales en Gandia
Los agresores les golpearon y les gritaron: «¡Maricones, bolleras! ¡Fuera de España!»
M. Vázquez, Valencia Cinco jóvenes, cuatro de ellos menores, fueron víctimas el sábado de la agresión, los insultos y el acoso de tres chicos de estética neonazi en Gandia, tal como denunció ayer Marta Pérez, una de las víctimas y coordinadora del grupo joven del col·lectiu Lambda. Los atacantes «podrían ser los mismos que el pasado 6 de julio agredieron e insultaron a un grupo de gays y lesbianas que estaban en la terraza de un bar» en esta localidad de la Safor, según fuentes de Lambda. Todo comenzó poco antes de las diez de la noche, cuando Marta y otros cuatro jóvenes caminaban por la calle Formentera, en Gandia, «para ir a la playa, al escenario donde se celebraba la fiesta del orgullo gay». De repente, advirtieron que tres chicos los seguían de cerca. «Iban detrás y empezaron a gritar que éramos unos maricones, que nos fuésemos de España y que hablásemos en valenciano porque estábamos en Valencia», relató la coordinadora del grupo joven del col·lectiu Lambda. Sin embargo, los agresores no tenían intención de quedarse sólo en las palabras, los insultos y las descalificaciones, y pronto se acercaron a sus víctimas. «Uno de nosotros les pidió que nos dejasen en paz», señaló Marta, y, eso, al parecer, fue precisamente lo que estaban esperando, puesto que a partir de ese momento comenzaron a llover golpes y empujones sobre los miembros de Lambda. «A los dos chicos de nuestro grupo les dieron patadas y puñetazos mientras nos gritaban: "¡Maricones, bolleras! ¡No queremos gays en España!" -contó una de las víctimas- y, luego, fueron a por una de las tres chicas, que llevaba una bandera del arco iris (símbolo del colectivo gay) colgada al cuello». La chica, menor de edad, forcejeó con los agresores y «acabó con un hematoma en el cuello y varios arañazos», mientras le espetaban «cosas como: "¡Dános la bandera que la vamos a quemar, bollera de mierda!"», señaló Marta. Ella, que ya era blanco del acoso de los atacantes, puestos que se incitaban entre sí gritándose: «"Pegad sólo a los chicos y a ésa que parece un tío"», según fuentes de Lambda, se acercó inmediatamente a su compañera para intentar ayudarla y también sufrió los golpes y empujones de los agresores. Sin embargo, uno de los que peor parte se llevó fue uno de los chicos del col·lectiu de gays y lesbianas, «que es de piel cetrina y parece árabe», por lo que los atacantes «se cebaron especialmente con él: le pegaron por ser gay y por inmigrante, aunque es español», agregó Marta. Los agresores únicamente se marcharon del lugar «cuando vieron que les plantábamos cara y que yo sacaba el móvil para llamar a la Policía Local de Gandia», detalló la joven. Sólo entonces aceptaron soltar su presa y huir corriendo del lugar. Una nueva agresión Pero el calvario de las víctimas no acabó aquí, especialmente el de la coordinadora del grupo joven del col·lectiu, puesto que hora más tarde, ya de madrugada, volvió a ser objeto de un ataque aunque, esta vez, todo apunta a que fue circunstancial y no fruto de su condición sexual. «Era ya de madrugada e íbamos hacia el coche cuando vimos a un grupo de chicos rompiendo a patadas el espejo retrovisor de un automóvil -señaló Marta- . Cuando se acercaron al nuestro, les gritamos que no le hiciesen nada y, entonces, uno de ellos se acercó como para pegarnos mientras que otro se metió por medio. Al final me llevé un puñetazo en toda la cara». No obstante, y pese a las lesiones que le provocó esta última agresión, Marta le restó ayer importancia «porque creo que no tuvo la misma intención que el otro ataque».
Las Provincias
Un grupo de skins agrede e insulta a cinco jóvenes homosexuales en la playa de Gandia
Es el quinto ataque perpetrado por jóvenes neonazis en un mes en el municipio
Quinto ataque homófobo en poco más de un mes en Gandia. Cinco jóvenes homosexuales fueron víctimas el sábado de patadas, empujones e insultos por parte de un grupo de “estética neonazi” cuando acudían a una celebración gay en la playa del municipio de la Safor. Tres de los asaltados sufrieron heridas leves. La policía busca ahora a los responsables de la agresión.
A. CH./ VALENCIA
Agresión homófoba en Gandia. Cinco miembros del Colectivo Lambda que celebraban una fiesta en la playa junto a varios jóvenes fueron agredidos, insultados e increpados por un grupo de “estética neonazi”, tal y como confirmaron fuentes de la entidad y una de las víctimas.La agresión se produjo durante una celebración en Gandia a la que acudieron una decena de jóvenes de Valencia, así como otros muchos de la comarca de la Safor.Hacia las 21.30 horas del sábado, cuando cinco de los participantes en la celebración caminaban por la calle Formentera del municipio valenciano, fueron rodeados por tres jóvenes “con aspecto skin”, tal y como indicaron los denunciantes.Los agresores empezaron a insultar a los jóvenes y a lanzar comentarios cómo “no queremos gais en España”. Enseguida llegó la violencia. “Pegad sólo a los chicos y a esa que parece un tío”, incitó uno de ellos a sus acompañantes, según un comunicado de Lambda.Patadas en el tórax Los autores del ataque se cebaron especialmente con dos jóvenes, ambos menores de edad, los cuales recibieron varias patadas en el tórax.El acoso continuó hacia otra de las jóvenes, que portaba la tradicional bandera arco iris, símbolo del movimiento gai. “Danos la bandera que la vamos a quemar”, aseguró uno de los agresores.La chica forcejeó con los asaltantes, ayudada por su compañera sentimental. Esta cayó al suelo en la disputa y se ocasionó excoriaciones en un codo.Los jóvenes salieron corriendo para escapar de los autores del ataque. Tras lograr refugiarse en un local cercano, alertaron de lo ocurrido a la Policía Nacional. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, ya no había ni rastro de los agresores.Desde Lambda aseguraron que los sospechosos ya protagonizaron otro violento episodio similar el pasado 6 de julio. Entonces, irrumpieron en la terraza de un bar en el que se hallaban varios jóvenes homosexuales, lanzaron por los aires botellas y vasos y agredieron a varios de ellos.Tatuajes muy característicos Las mismas fuentes indicaron que la policía tiene identificados a los sospechosos, algunos de los cuales presentan “tatuajes muy característicos”.En poco más de un mes, Gandia ha sido escenario de cinco ataques homófobos, entre ellos los dos ocurrido este mes de julio. El primero de ellos se produjo en junio, cuando un miembro del Colectivo de Gais y Lesbianas de la Safor fue golpeado y llamado “escoria” por un desconocido a las puertas de la sede de la entidad.El 30 de junio, según la asociación, cinco individuos propinaron patadas y puñetazos a un joven que se hallaba en un local gai y le rociaron la cara con un aerosol. Ese mismo día hubo otra agresión que la víctima no quiso denunciar."Pudo ser peor" La coordinadora del Colectivo Lambda, Luisa Notario, animó a quienes sufran estas agresiones a sacarlas a la luz pública: “No debemos coartar nuestra libertad y que el miedo nos meta de nuevo en el armario, porque las leyes y la sociedad están de nuestra parte”.Marta Pérez, coordinadora del grupo joven del Colectivo Lambda, vivió en primera persona el desagradable episodio. Los radicales quisieron golpearla por su aspecto masculino. “Podía haber sido peor”, aseguró recordando el sábado por la noche.“Los daños morales siempre se notan más que los físicos, y sus agresiones verbales han acabado influyendo en el grupo”, lamentó Marta.Eso sí, la joven aprovechó para lanzar un mensaje de esperanza: “Se empieza luchando por una bandera; se acaba consiguiendo nuestros derechos”.sucesos@lasprovincias.es
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