El presidente electo francés puso como tope esa fecha para poner en marcha la medida
Al más puro estilo Zapatero, François Hollande, hoy presidente electo, concedió una entrevista a la publicación gay “Têtu”, en la que, como el ex presidente español, prometió la aprobación del matrimonio igualitario.
El francés dio fecha incluso, aunque, como se constata en esta y en otras respuestas, el recién elegido, está menos a la izquierda de lo que estaba entonces el candidato español: Los homosexuales podrán casarse, “como muy tarde, en la primavera de 2013. ¿Por qué esa fecha? Porque sé que los primeros meses de la sesión parlamentaria se dedicarán principalmente a los elementos de la planificación financiera, así que prefiero ser honesto: si queremos un buen debate, lo mejor es que pudiera comenzar a principios de 2013. ¡La primavera, no es un mal momento para casarse!”[Sonríe].
Hollande habla de debate parlamentario porque necesitará contar con las fuerzas de izquierda de la Asamblea Nacional, que saldrán elegidas en las siguientes elecciones legislativas [las de ayer eran solo presidenciales]. Respecto a la reproducción asistida para parejas de lesbianas, Hollande respondió que “estoy a favor, claro, pero teniendo en cuenta las condiciones de edad y respetando el anonimato del donante de semen; sin embargo, estoy en contra de madres de alquiler, de la mercantilización del cuerpo”.
El entonces candidato también fue preguntado por la situación de los transexuales: “Sé de sus problemas, los suicidios que se dan en este colectivo me genera una inmensa angustia. Estoy a favor del cambio de identidad en el documento de identidad cuando se produce un cambio de sexo”. Para ello, según indicó, no será necesario, que haya cirugía, siguiendo las recomendaciones del Consejo de Europa. Prometió además mejorar la atención médica.
Reflexionó sobre cómo atajar la homofobia: “Hay que empezar en la escuela, porque es ese paso el que marca a muchas personas homosexuales durante toda su vida a causa de la humillación, el desprecio y de las concepciones erróneas”. Y respalda el plan de Cameron de ligar la ayuda internacional a la eliminación de la persecución de los homosexuales a países donde sufren discriminación: “Este es un buen principio. Una vez más, va más allá de las fronteras nacionales e ideológicas. No me parece que ponga en duda las normas de cada país, porque, en última instancia, estamos pidiendo nada más que levantar una sanción que es totalmente inaceptable porque se basa en la negación de la libertad. Debemos ser firmes en ese principio”.
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