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domingo, 19 de abril de 2009

Un gay obtiene una orden de protección tras denunciar a su marido por maltrato

Miguel Ángel Belda muesta la denuncia (Foto: Pepe álvez)


Un gay obtiene una orden de protección tras denunciar a su marido por maltrato

Paula Vilariño (Lugo)
Un gay lucense, Miguel Ángel Belda, obtuvo recientemente una orden de protección tras denunciar a su marido por malos tratos, «por lo que una cosa es que no se nos aplique la Ley contra la Violencia de Género y, otra muy distinta, que estemos desamparados por la Justicia», dice.Desde su entrada en vigor, en enero de 2005, la Ley Integral contra la Violencia de Género ha encontrado importantes detractores entre el colectivo de gays y lesbianas, que tachan la norma de «totalmente discriminatoria» al proteger únicamente a las mujeres víctimas de agresiones machistas.
Este lucense explica que contrajo matrimonio con su pareja en octubre de 2006 y cursó la primera denuncia por malos tratos en septiembre de 2007. «Fui al juzgado de guardia con un poco de recelo y me atendieron estupendamente. Tras dar ese paso, el juez dictó una orden de alejamiento, aunque poco después retomamos la relación», detalla.
Según explica Belda, los malos tratos continuaron y, en enero del presente año, denunció nuevamente su compañero. En esta ocasión, el juzgado dictó una orden de protección integral, al ver «indicios suficientes» para poder entender que el denunciado «fuera autor de un delito de malos tratos habituales en el ámbito familiar». El auto recoge además que «existen testigos que ofrecen una versión favorable a la del denunciante en cuanto a la agresividad del marido y las amenazas», por lo que le obliga a abandonar el domicilio familiar y le impide acercarse o comunicarse con su pareja.
«Si me siento en peligro, llamo a la Policía y tengo la misma protección que cualquier persona, no podemos autodiscriminarnos nosotros mismos», señala.
CríticasSin embargo, y en base a su experiencia personal, Miguel Ángel Belda desmiente rotundamente que la legislación actual discrimine a los homosexuales y asegura que sus denuncias fueron tramitadas «con el mismo rigor que si se tratara de un matrimonio heterosexual», dice.
«No entiendo el revuelo que se formó tras la muerte del joven de Almería a manos de su ex marido, ya que la Justicia nos ampara a todos por igual», dice.
De este modo, Belda se desvincula totalmente de las afirmaciones vertidas recientemente por varias asociaciones, como la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales, que asegura que actualmente no existen mecanismos que permitan combatir la violencia doméstica en parejas del mismo sexo del mismo modo que en las parejas heterosexuales. «La ley es igual para todos», concluye

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