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sábado, 18 de abril de 2009

El hombre que echó a dos lesbianas de su sidrería les pide perdón

De izquierda a derecha, Blanca Costa, Aurora Velasco y Anne Vandelier, delante de los juzgados de la plaza de Castilla.- LUIS SEVILLANO


El hombre que echó a dos lesbianas de su sidrería les pide perdón

Nicolás Parrondo también está acusado de lesiones a otras dos mujeres
REBECA CARRANCO - Madrid - 18/04/2009
Afligido y apretado, con las costuras del traje a punto de estallar, Nicolás Parrondo acudió ayer a los juzgados de plaza de Castilla. Ahí se vio de nuevo con Aurora Velasco, de 28 años, Blanca Costa, de 35, y Anne Vandelier. No habían concurrido en el mismo lugar desde julio del año pasado, cuando el hombre las echó de malos modos de su sidrería, Casa Parrondo, en el centro de Madrid, por ser lesbianas.
Les pido mil perdones", dijo el hombre ayer ante el juez. Y reconoció que la noche del martes 2 de julio de 2008 las echó por ser homosexuales. Aurora estaba despidiendo a Anne, que se iba de vacaciones. Se besaron en la boca y eso desató la ira del dueño del bar. Les pidió que se fueran. Las mujeres exigieron la hoja de reclamaciones y entonces empezó el guirigay. Parrondo se negó a darles la hoja y, según ellas, las echó con gritos de "basura, este bar no es para vosotras". Entre medias llegó Blanca, amiga de ambas, y se enfrentó también con el dueño y exigió la hoja. Él, según la versión de Blanca, le respondió: "Tú no tienes ningún derecho, puta, lo que pasa es que no has conocido una buena polla".
"Me comporté mal", reconoció ayer Parrondo, aunque según él nunca las llamó "basura". "Les dije: 'Miren, este local no es para bolleras", contó ante el juez. Y pidió disculpas de nuevo. A las mujeres les valió. No querían hacer sangre, sólo necesitaban que se desdijera públicamente. El juez absolvió a Parrondo de las faltas de vejaciones e insultos.
Pero aún quedaba la falta de lesiones de la que le acusan otras dos mujeres, Olga Iglesias, de 33 años, y Cristina Sáez, de 38. A raíz de que Parrondo echara a Aurora, Anne, Blanca y varias personas decidieron protestar cada jueves delante de la sidrería. La primera de estas besadas lésbicas, como las llamaron, se desarrolló sin altercados el 18 de julio. Unas 70 personas se pasaron una hora delante de la sidrería repartiendo octavillas y entonando canciones como "Parrondo, facha querido" con la música del himno de Asturias, tierra de origen del empresario.
En la segunda convocatoria, el 24 de julio, se reunieron unas 10 personas. Entre ellas, Olga, Cristina y María Aparicio. Mientras algunas mujeres se besaban, María se puso a repartir octavillas. Entonces se le acercó Parrondo, le quitó las hojas de la mano y se las rompió, según recoge el vídeo que grabó Cristina. "Me estáis jodiendo", grita en él el dueño de la sidrería. Olga intercede y Parrondo la empuja. El vídeo se acaba ahí.
Olga presentó ayer en el juicio un parte de lesiones con una contusión en la nariz y una herida en el codo. Cristina otro, con el labio superior partido. Ellas aseguran que además Parrondo y varios amigos suyos las insultaron.
Parrondo negó las agresiones y los insultos ante el juez, que debe dictar sentencia, pero luego se disculpó también con ellas en los pasillos de los juzgados. El hombre se acercó a las seis mujeres y les dio la mano. "Me gustaría que vinierais a mi local y os comportaseis como personas", dijo. Y enseguida, añadió: "Que es lo que sois, personas".
Ellas no van a volver a su sidrería, pero están satisfechas de que Parrondo se haya disculpado. "Lo que buscaba lo tengo, que es que pidiera perdón, aunque luego vaya por detrás diciendo bolleras de mierda", aseguró Cristina. A Aurora le pesa que el hombre no haya rectificado antes. "Si hubiera sido a tiempo se habría evitado el daño físico y todo lo demás", lamentó.
El objetivo ahora, según el abogado de Parrondo, es convencerlas de que esa cena es necesaria para empezar de cero. Le va a costar lo suyo.

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