Polémica por el beso de Michael Sam a su novio
La selección de Michael Sam, el primer jugador que ha declarado ser gay, por los Rams en el 'draft' de la NFL supone otro avance en el deporte
Nunca la elección número 249 de un draft acaparó tanta atención en el deporte estadounidense. Michael Sam, como muchos de los 248 que lo precedieron, lo celebró ante los ojos de todo el mundo entre sollozos y dando un beso en la boca a su pareja. La novedad es que besó a un hombre.
Una imagen así no se había visto nunca en el draft de la NFL de fútbol americano, donde los equipos seleccionan a los jóvenes para la próxima temporada. Sam es el primero abiertamente homosexual en ser elegido, aunque su puesto en los St. Louis Rams aún no está asegurado.
"Estamos en la era de la diversidad. Los jugadores lo entienden y lo saben", dijo Jeff Fisher, técnico de los Rams y el hombre que dio el visto bueno a Sam, de 24 años y que en febrero hizo público que era gay, meses después de habérselo dicho a sus compañeros de la Universidad de Missouri. El sorteo de la NFL, que comenzó el jueves, es un gran espectáculo televisivo en Estados Unidos. Se celebra en el Radio City Music Hall de Nueva York y las tres primeras rondas de selección son retransmitidas en directo por televisión.
El sábado a media tarde ya sólo quedaban unos pocos fanáticos del fútbol americano y los medios sólo estaban pendientes de si Sam sería o no elegido. Después de él, sólo siete más fueron seleccionados antes del final del draft. En cuanto fue elegido, las cámaras, instaladas en su casa en California, mostraron el momento en el que recibió la llamada de los Rams. Sam se quebró, lloró y abrazó y besó a Vito, su novio.
"Sabía que iba a ser elegido. Cada equipo que pasaba (sin seleccionarme) pensaba en cómo placar a su quarterback", dijo luego, ya sereno, mientras se multiplicaban los tuits de bienvenida de muchos de sus futuros compañeros. "La gente tratará de que sea una distracción, pero no lo es", descartó Fisher uno de los motivos por los que Sam, mejor jugador defensivo de su conferencia con Missouri la pasada temporada, quizás no fue seleccionado antes.
Mientras el jugador lloraba, la NFL suspiraba aliviada. De no haber sido seleccionado, se habría puesto en duda la cara tolerante y abierta de una liga que lleva tiempo tratando de facilitar el camino a los jugadores gais y que se ha visto salpicada por escándalos de racismo y acoso laboral.
Aunque la homosexualidad en el deporte continúa siendo un tabú, Estados Unidos está abanderando la apertura y la NFL podría convertirse en la segunda de las cuatro grandes ligas en tener un profesional abiertamente gay. En febrero, Jason Collins disputó con los Brooklyn Nets su primer partido en la NBA 10 meses después de revelar que era homosexual. "Todavía se necesitará más gente que salga y muestre que somos gente normal, que sólo tratamos de ayudar a nuestros equipos", dijo Collins el sábado, antes del partido de los Nets ante los Heat.
"Un importante paso hacia delante", lo definió ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firme defensor de la igualdad de derechos para los homosexuales. Obama señaló que los gais y lesbianas "prueban cada día que uno debería ser juzgado por lo que hace y no por lo que es". Y Sam es un buen jugador defensivo con la desventaja de que quizás le falten centímetros y peso para esa posición en la NFL. En el campamento de pretemporada, seguramente el que concentrará mayor atención mediática, deberá ganarse un puesto entre los 53.
En el violento fútbol americano, considerado el gran deporte de machos, no hay ningún jugador abiertamente homosexual entre los 1.600 profesionales y las polémicas por comentarios homófobos son habituales. Sam, cuya orientación sexual nunca fue un problema para sus compañeros, sólo quiere hablar de fútbol. "¿Habrá idiotas diciendo estupideces? Sí, pero no me preocupa", dijo tras dar un paso más en su carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario