Miranda; «Sería bueno tener un grupo de apoyo»

Los actos del Día del Orgullo Gay, Lésbico, Transexual y Bisexual, se organizaron desde la Concejalía de Igual

Reconocen que muchos siguen prefiriendo «salir de Miranda para no sentirse señalados y estigmatizados»

Javier y Bárbara quieren crear una asociación para «normalizar» la homosexualidad

Fue el pasado jueves cuando se celebró el Día del Orgullo Gay, Lésbico, Transexual y Bisexual; una jornada que en Miranda tuvo como acto central la colocación de un punto de información en el Antonio Machado. En los días previos la proyección de una película y una charla coloquio, fueron las actividades promovidas desde la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento.

Sin duda en jornadas como esa es cuando la ciudadanía adquiere conciencia de que la diversidad sexual es una realidad, se visibiliza, pero no es menos cierto que el resto del año «es un tema que se conoce pero del que no se habla con naturalidad», apunta Bárbara. Ella y Javier son padres de un joven homosexual y argumentan que pese a que se quiere dar «sensación de normalidad, todavía hay muchas reticencias y la sociedad no está preparada para respetar las diferencias». Algo que ellos han vivido en primera persona y que desean se corrija.

Por eso tienen claro que «sería bueno que existiera un grupo de apoyo», y quieren dar los primeros pasos para una asociación o un colectivo en el que quienes vivan esa realidad «los chavales y también los padres, podamos compartir experiencias y también información sobre el modo en el que se pueden afrontar las situaciones que se nos presenten en cada momento». Tienen claro que son muchas las personas que se sienten diferentes, que tienen dudas sobre su sexualidad y que al no encontrar cómo canalizar sus inquietudes, ni saber a quién dirigirse «pasan momentos francamente difíciles que pueden acabar convirtiéndose en graves problemas». A ellos les pasó y tuvieron que dirigirse a grupos y asociaciones como Gehitu, de San Sebastián o Gilda, de Logroño. Ahora pertenecen a la Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Bisexuales y Transexuales (AMPGYL), y con ella participarán en próximo fin de semana, entre los días 6 y 8, en la Family Pride que se celebrará en Vilanova i la Geltrú.

Será allí en esa fiesta a la que acudirá Bárbara donde los padres de todos estos chavales podrán volver a poner en común los aspectos más cotidianos de su realidad. «Este tipo de encuentros son muy beneficiosos porque se convierten en uno de los pocos momentos en los que sientes que quien está contigo habla en tu mismo idioma».

Reto complicado

De ahí que dada su experiencia tanto ella como Javier estén absolutamente convencidos de la necesidad de que en Miranda pudiera existir un grupo de apoyo para compartir esas inquietudes. Bien es verdad que saben de las dificultades que crear una asociación de estas características conllevará. «No será nada fácil porque lo primero que debería ocurrir es que también los padres saliéramos del armario. La tendencia sexual de nuestros hijos, que se sale de la norma establecida por la sociedad la conocemos, pero en las familias cuesta mucho hablar de ello, se sabe pero casi siempre se trata de esconder». Y comentan que si no se traspasa esa primera barrera, «si no nos atrevemos a tratar el tema con normalidad con nuestros hermanos, con nuestro entorno y lo ocultamos como si fuera algo malo, será difícil que las cosas se normalicen».

Consideran también que pese a que lo 'políticamente correcto' es afirmar que se es tolerante con quienes son diferentes «no se ha avanzado mucho en este campo», y apuntan que en ciudades pequeñas como Miranda a muchos chicos y chicas les cuesta mostrar su auténtica sexualidad, «sea la que sea, y prefieren acudir a pedir ayuda, si la necesitan, fuera para no sentirse señalados y estigmatizados».

Bárbara y Javier saben lo importante que es contar con un apoyo en muchos momentos «al principio no sabíamos ni donde ir ni qué hacer, todo era muy complicado», y por eso están dispuestos a echar una mano a quienes se encuentren en su misma situación. «Ahora podemos aportarles nuestra experiencia, o indicarles a donde deben dirigirse cuando precisen ayuda; tanto a los padres como a los chavales». Si encuentran respuesta se formará el grupo, si no, aportarán su experiencia a quienes la necesiten. 

Si alguien quiere ponerse en contacto con ellos puede hacerlo a través del teléfono 677 79 94 15.