El colectivo de lesbianas, gay, transexuales y bisexuales (LGTB) de Ceuta '...Y a ti qué?' ha mostrado su "orgullo, alegría, emoción, respaldo y cariño" por la primera boda entre dos lesbianas refugiadas que este miércoles formalizarán ante el Registro Civil de la ciudad autónoma Ingrid R. M., nacional de Guinea, y Danielle N., camerunesa, aunque también su "preocupación" por el "acoso" que están sufriendo ambas y sus respectivas familias en sus países de origen después de hacerse pública la autorización oficial para que contraigan matrimonio.
A través de un comunicado de prensa, '...Y a ti qué?' ha resaltado que su unión debe considerarse "un símbolo, un baluarte que necesitamos para sentirnos más fuertes y más seguros". "Que dos mujeres inmigrantes hayan conseguido ser integradas en el colectivo de personas consideradas 'vulnerables' y que, además, puedan decirse 'Sí, quiero' ante los ceutíes es señal de que, aunque sea a pequeños pasos, avanzamos", se ha congratulado la asociación ceutí, que entiende que, "por ello, este matrimonio debe ser motivo de orgullo para todas las personas porque este amor nos hace a todos un poquito mejores".
El colectivo LGTB ha recordado que hasta 1979 "en España se castigó con penas de cárcel a las mujeres y a los hombres homosexuales" y ha lamentado que "en más de medio centenar de países amar a alguien de tu propio sexo continúa siendo un delito castigado incluso con pena de muerte".
"No queremos más derechos que los que tienen adscritos los demás, no buscamos exponernos ni hacer reivindicaciones vanas", ha querido dejar claro. "Sólo luchamos --ha resumido-- por ser tratados del mismo modo que una persona heterosexual en derechos, pero también en consideración social; que nuestra orientación sexual no sea motivo de discriminación, pero tampoco una característica por la que nos señalen".
'...Y a ti qué?' ha pedido a los medios de comunicación que se hagan eco del enlace de Ingrid y Danielle, el primero entre dos lesbianas indocumentadas que se autoriza en España, que eviten dar más datos personales de las contrayentes que sus nombres de pila, así como la difusión de imágenes de la boda.
"Ambas están teniendo problemas en el centro donde residen actualmente en la Península y sus familias han visto peligrar su situación personal en sus países de origen debido al eco que ha tenido la noticia", ha lamentado la asociación.
Pese a carecer de partida literal de nacimiento, certificado de soltería o estado civil, pasaporte, documento de identidad de su país y ninguna otra documentación salvo la declaración jurada que, asegurando no tener impedimentos para contraer matrimonio, prestaron en la ciudad autónoma el pasado mes de julio, el juez responsable del Registro Civil de Ceuta les permitió el pasado mes de febrero "tras mucho sopesarlo" casarse aplicándoles lo previsto en la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados, que establece que los Estados firmantes "expedirán o harán que bajo su vigilancia se expidan a los refugiados los documentos o certificados que normalmente serían expedidos a los extranjeros por sus autoridades nacionales o por conducto de éstas".
Ingrid y Danielle vieron reconocido en noviembre el estatuto de refugiadas y fueron documentadas como tales por el Ministerio del Interior.
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