Minsk. El autoritario presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, hizo ayer comentarios ofensivos respecto a la orientación sexual del ministro del Exterior alemán, Guido Westerwellese y se definió a sí mismo como dictador, según la agencia de noticias estatal Belta. Los controvertidos comentarios se produjeron después de que la UE impusiera nuevas sanciones contra la ex república soviética. En el pasado, Westerwelle había denominado a Lukashenko el "último dictador de Europa". A lo que ayer Lukashenko replicó: "Yo pienso que es mejor ser dictador que marica", haciendo alusión a la manifiesta orientación sexual del titular alemán de Exteriores. El mandatario bielorruso ya había dado muestras en otras ocasiones de su homofobia al tachar a los homosexuales de "pervertidos". Amenazó además con dar una "respuesta dura" en caso de nuevas sanciones por parte de la UE. "Quieren destruir nuestra estabilidad y nuestro país", sostuvo. La UE reaccionó con medidas drásticas contra Bielorrusia ante la continua represión del gobierno contra la oposición. Bruselas recientemente amplió las prohibiciones de viajar a territorio comunitario contra la cúpula política bielorrusa.
Por su parte, Westerwelle reaccionó con indiferencia al comentario sobre su homosexualidad lanzado este domingo por el líder autoritario de Bielorrusia, Alexander Lukashenko. "Sus declaraciones hablan por sí mismas. No me moveré ni un milímetro de mi compromiso con los derechos humanos y la democracia en Bielorrusia", señaló ayer Westerwelle en Berlín. La semana pasada, el político liberal había calificado a Lukashenko como "el último dictador de Europa". También el gobierno alemán respondió ayer a las controvertidas palabras de Lukashenko: el portavoz Steffen Seibert destacó que el líder se calificara a sí mismo como "dictador".
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