Hoy el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) entregó en La Moneda 4 mil firmas, que respaldan una petición al Presidente Piñera que cumpla sus promesas de campaña de avanzar en garantizar los derechos de los homosexuales, y enviar un proyecto de ley que regule las distintas formas de hacer familia y parejas en la sociedad chilena.
Los dirigentes del Movilh, también solicitaron que se avance en la aprobación del Proyecto de Ley que Establece Medidas contra la Discriminación, que incluye todas los sectores sociales que padecen algún tipo de exclusión arbitraria. Además, exigen que el Presidente “precise de qué manera colaborará o intervendrá en lo referente a la regulación de las uniones de hecho para parejas homosexuales y heterosexuales, lo cual es parte de su programa presidencial”.
Los activistas de los derechos de los homosexuales, bisexuales, lesbianas y transexuales están movilizando su gente para el 21 de mayo: “No queremos que pase lo que ocurrió el año pasado cuando el Unión Demócrata Independiente (UDI) secuestró la posición del Presidente. Él había señalado en varias ocasiones que se iba a enviar un proyecto de ley de uniones civiles. Sin embargo, el 21 de Mayo, una presión enorme de los sectores más conservadores de Alianza por Chile impidió que diera luz al proyecto,” dijo Rolando Jiménez, presidente del Movilh.
Una hora después, el Movimiento por la Diversidad Sexual (Mums) también entregó una misiva exponiendo varias situaciones que se necesita abordar para concretar los derechos de quienes poseen una orientación sexual o identidad de género distinta a la heteronormativa, que incluye el apoyo a la Ley contra la Discriminación y el reconocimiento de parejas del mismo sexo.
Sin embargo, hay un movimiento de asociaciones religiosas e iglesias, principalmente de evangélicos, que se oponen ferozmente a los dos proyectos. Aunque la Ley contra la Discriminación les dará también más protecciones contra la discriminación sobre la base de la religión.
El temor de los evangélicos se basa en dos razones: “Uno, que sean obligados a hacer cosas con las cuales están en desacuerdo. Y segundo, que la ley implique una legitimación moral de conducta con la cual están en desacuerdo,” explicó Juan Sepúlveda, director de Planificación Institucional de Servicio Evangélico para el Desarrollo (Sepade). Por ejemplo, si más tarde el Estado permite el matrimonio gay, ellos temen que los obliguen a casar parejas del mismo sexo, lo cual va en contra de su religión y sistema moral.
Por eso luchaban para que saquen el género y la orientación sexual de las categorías protegidas de la discriminación. A este momento del trámite, se excluye el género, lo cual dejaría fuera la población transexual de la ley.
“Nos están dejando invisibles nuevamente… en la población transexual existen muchos crímenes de odio y mucha transfobia,” dijo Paula Dinamarca, activista y miembro de Movilh.
Por Megan Sallomi
El Ciudadano
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