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miércoles, 22 de diciembre de 2010

Lituania legisla contra los homosexuales

Manifestación homófoba en Vilna. En el cartel se lee, en inglés, "los gays mataron a un amigo mío".


El 85% de los lituanos considera que ser gay es una "perversión, una enfermedad o una desviación"

En el último año, la ley se ha endurecido para prohibir "la promoción pública de la homosexualidad"

La UE se ha mostrado preocupada pero no ha sabido frenar las iniciativas

Los lituanos no quieren ni oír hablar de matrimonio homosexual; sólo un 17% está a favor, según el Eurobarómetro realizado en 2006. El 85% de los encuestados considera la homosexualidad como una “perversión, una enfermedad o una desviación”. Bajo la luz de esos datos, se podría decir que el Parlamento lituano no incumple su mandato democrático: si para los lituanos es malo, para las leyes lituanas debe serlo. Y están en ello.

En 1993, la homosexualidad dejó de ser un delito en Lituania. Durante la década siguiente se equipararon algunos otros derechos, como el de la edad mínima para mantener relaciones con alguien de tu mismo sexo, diferencia legal utilizada en muchos países para asociar la homosexualidad a la pederastia.

Los gestos fueron bien vistos, que para eso se hicieron, por los ojos de una Unión Europea que estudiaba la integración de esta república ex soviética en el paquete de ampliación al Este de los países comunitarios. Una vez dentro – Lituania es Unión Europea desde 2004 – el poder de la tradición ha ido lastrando el avance de la descriminalización al amparo de una Europa impotente.

Y la próxima dentellada ya está aquí: se abre paso en el parlamento lituano una iniciativa para sancionar con multas de entre 2.000 y 10.000 litas (580 – 2.900 euros aproximadamente) a quien haga “promoción pública de las relaciones homoxexuales”. Se trataría de un nuevo artículo en el código civil que fortalece a la Ley de Información Pública, que fue revisada a principios de 2010 con un texto que, después de muchas idas y venidas, dice:


“Cualquier mensaje que sea público o comercial no debe humillar la dignidad de las personas, discriminar por razones de raza, sexo, origen étnico, nacionaldiad, religión o fe, discapacidad ni edad; estos mensajes no deben describir o promover orientación sexual alguna (N. del T: “may not depict or promote a sexual orientation”), ofender sentimientos religiosos o convicciones políticas…”

Literalmente, la ley parece prohibir la visibilización de cualquier orientación sexual, incluído lo hetero, algo que es de cajón imposible. Ese texto que hemos puesto en negrita tiene a los colectivos de defensa de los homosexuales con los vellos de punta porque dice lo que dice pero, sobre todo, porque es la versión light o implícita de lo que podría haber dicho.

Porque el primer borrador de esa ley, que se discute desde mediados de 2009, prohibía explícitamente la “propaganda de relaciones homosexuales, bisexuales o polígamas”. Ni cine gay, ni revistas para homosexuales, ni días del Orgullo, ni reportajes en televisión sobre transexuales, ni actos de colectivos de lesbianas, ni campañas de organizaciones LGTB, ni nada de nada.

El Parlamento Europeo aprobó una resolución condenando el texto y pidiendo a la Agencia Europea de Derechos Fundamentales que lo analizara legalmente. El parlamento lituano amenazó con denunciar a la UE por meterse en sus asuntos y finalmente el organismo comunitario que no tenía poderes para inmiscuirse en leyes de los Estados miembro.

El texto siguió adelante en esos términos hasta que la nueva presidenta del país, Dalia Grybauskaite, se cruzó en el camino en un último intento por suavizarlo y así evitar “la mala imagen” de Lituania como un país homófobo y agresivo. El párrafo se quedó como se muestra ahí arriba y, que se sepa, se ha aplicado una sola vez, para intentar prohibir la manifestación del orgullo gay de Vilna en mayo de 2010, que acabó produciéndose con escolta policial y altercados.

Menos de 400 personas se atrevieron a participar en la marcha del Orgullo gay en la capital de Lituania, que acabó saboteada (AP)

En cualquier caso, el parlamento sigue cocinando enmiendas para el código civil que puedan dejar clara la intención de la ley. La que se tramita ahora es la más explícita, pero hay otras que prohíben la información accesible a menores de edad que “denigre los valores familiares” o “promueva un concepto del matrimonio y la familia diferente” al de la unión de un hombre y una mujer, fórmula expresamente citada en la Constitución del país.


Fuente:http://periodismohumano.com/sociedad/lituania-legisla-contra-los-homosexuales.html



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