Calamita llega a los juzgados con su mujer y su letrado. / V. VICÉNS
REGIÓN MURCIA
A. NEGRE
«Lobby gay=Anticristo». Este lema rezaba la pancarta de uno de los numerosos asistentes que ayer no quisieron perderse el juicio a Fernando Ferrín Calamita. Convencidos de la inocencia del magistrado, los más allegados no dudaron en vitorear al juez dentro y fuera de la Sala, dedicándole numerosos aplausos y muestras de admiración. Además, éstos llamaron a «la libertad de expresión para los católicos y no sólo de los homosexuales».
En el juicio también se encontraban miembros de la asociación Projusticia, que repartieron unos comunicados en los que manifestaban su pleno apoyo al juez acusado. «No podemos olvidar que éste es un juicio político con el que se pretende, no sólo castigar a quien se atreve a ir contra los dictados de las teorías de género, sino usarlo de ejemplo para contravenir los dictados de la agenda de género», asegura esta asociación.
«Lobby gay=Anticristo». Este lema rezaba la pancarta de uno de los numerosos asistentes que ayer no quisieron perderse el juicio a Fernando Ferrín Calamita. Convencidos de la inocencia del magistrado, los más allegados no dudaron en vitorear al juez dentro y fuera de la Sala, dedicándole numerosos aplausos y muestras de admiración. Además, éstos llamaron a «la libertad de expresión para los católicos y no sólo de los homosexuales».
En el juicio también se encontraban miembros de la asociación Projusticia, que repartieron unos comunicados en los que manifestaban su pleno apoyo al juez acusado. «No podemos olvidar que éste es un juicio político con el que se pretende, no sólo castigar a quien se atreve a ir contra los dictados de las teorías de género, sino usarlo de ejemplo para contravenir los dictados de la agenda de género», asegura esta asociación.
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