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jueves, 7 de junio de 2007

Los matrimonios homosexuales serían un buen negocio económico en EEUU




Los matrimonios homosexuales serían un buen negocio económico en EEUU.

Se calcula que la celebración de estas uniones aportarían ingresos millonarios al estado



EFE Washington.

Que dos personas del mismo sexo puedan unirse en matrimonio es una reclamación creciente en EEUU y puede ser un buen negocio para las arcas municipales y estatales a la vista de un estudio relativo a la ciudad y al estado de Nueva York.
Con la única excepción de Massachusetts, a las parejas del mismo sexo en EEUU no se les permite unirse en matrimonio y carecen así de las ventajas y la protección que ofrecen las instancias públicas a las uniones heterosexuales.
Sin embargo, el contralor de la ciudad de Nueva York, William Thompson, calcula que la celebración de bodas entre individuos del mismo sexo aportaría ingresos millonarios a la ciudad y al estado.
Según un estudio elaborado por su oficina, esos matrimonios añadirían a la economía de la Gran Manzana unos ingresos netos de 142 millones de dólares en los tres años posteriores a su legalización.
En el caso del estado, ascenderían a 184 millones en el mismo periodo.
Los ingresos se originarían en los gastos de celebración de la boda; en el deseo de algunas parejas de casarse en Nueva York a pesar de residir fuera y con la presencia de invitados, que utilizarían alojamientos y otros servicios durante su estancia.
El beneficio en impuestos para las arcas municipales sería, además, de otros 7 millones de dólares para la ciudad y de más de 117 millones para el estado.
Thompson advierte incluso que el estudio no incluye todo el beneficio económico que podrían generar esas uniones, por ejemplo, con la compra de vivienda, al tener las parejas mayor seguridad económica.
No hay cifras oficiales de lo que las parejas heterosexuales y sus familias invierten en una boda tradicional, pero una estimación de una firma privada que incluye el informe señala que unas 130.000 parejas se casaron en el estado de Nueva York en 2006 y se gastaron unos 4.000 millones de dólares.
El coste de una boda en este estado supera a la media nacional, pero es inferior a los 37.000 dólares que suelen desembolsar si el enlace es en la Gran Manzana.
Para calcular el impacto económico de las bodas entre personas del mismo sexo el informe ha tomado como referencia datos de la Oficina del Censo de EEUU que indicaban que 50.854 parejas de ese tipo residían en 2005 en el estado y de ellas 23.321 vivían en la ciudad, y se estimó que una mayoría querría formalizar su relación.
Sólo en licencias de matrimonio se calcula que el estado ingresaría alrededor de 3 millones de dólares.
También se tiene en cuenta que la legislación neoyorquina requiere un plazo mínimo de 24 horas entre la emisión de la licencia y la boda, por lo que parejas procedentes de otros estados y sus invitados tendrían que alojarse y utilizar otros servicios durante unos días.
La Corte de Apelaciones de Nueva York, la más alta instancia judicial a nivel estatal, dictaminó en julio pasado que las parejas homosexuales no tienen el derecho constitucional a unirse en matrimonio y correspondía a la legislatura reformar la ley vigente.
El gobernador Eliot Spitzer, demócrata como Thompson y que asumió el cargo a comienzos de año, ha dado un paso adelante y en abril presentó a la legislatura un proyecto para legalizar ese tipo de matrimonios y dotar a los contrayentes de un trato equiparable al que se ofrece a las uniones heterosexuales.
La propuesta tiene escasas posibilidades de prosperar debido a la oposición de la mayoría republicana en el Senado estatal pero, al igual que el informe económico, añade argumentos a un debate y a una reclamación creciente en este estado para legalizar estas uniones.
Diversas organizaciones que promueven el reconocimiento del derecho de homosexuales y lesbianas a casarse han acogido de forma favorable este estudio y subrayan que añade otro argumento en favor de una decisión legal en ese sentido.
"Esta claro que el matrimonio no sólo es bueno para las dos personas que dicen 'Sí, quiero' sino también para la economía", afirmó Alan Van Capelle, director ejecutivo de uno de esos grupos, Empire State Pride Agenda, en un comunicado.







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